Si alguna vez han pensado dónde ir a Barcelona, quizás sea el momento de que dejen de plantearse la cuestión y sencillamente vayan. La Ciudad Condal es una de las que hay que visitar en cualquier momento, sin pensar en qué hacer en ella, porque las opciones se les presentaran en cuanto lleguen. Podrán pasar días sin salir de la misma zona o barrio, visitando los más significativo de cada uno de ellos, aunque sin profundizar, para abarcar el mayor número posible; podrá pasar sus vacaciones o unos días libres realizando las múltiples actividades que les ofrece esta ciudad que hasta en la mitología tiene su hueco, aunque fuera el azar el que le introdujo en sus leyendas.
Quizás la más entrañable de ellas, la que da origen al nombre, teniendo en cuenta que el mismo es desconocido, sea la de que Hércules a su regreso del cuarto trabajo en busca del Vellocino de Oro ayudado por los argonautas pasó cerca de la costa de lo que hoy es Cataluña y una enorme tormenta hizo desaparecer la novena embarcación. Él la encontró, la Barca Nona, en las proximidades de lo que hoy es Montjuic, y ante lo espléndido y acogedor del paisaje decidieron quedarse y fundar una ciudad a la que llamaron Barcanona. Quizás la ayuda que el dios Hermes, divinidad del comercio y las artes, les prestó en su momento haya sido crucial para que Barcelona sea conocida como ciudad global por la gran importancia que tiene a nivel cultural, comercial, financiera y turística. No cabe duda de que esa ayuda, o las gracias con las que la favoreció, siguen hoy en día porque en arte y comercio pocas ciudades las superan.
Solo sus monumentos atraen a millones de visitantes cada año que no pretenden ni tienen otro objetivo que deleitarse en su contemplación y quedar extasiados ante la espiritualidad que emana de algunas de sus construcciones y de la obra de Gaudí, el gran arquitecto catalán. Si Hércules supo qué hacer y los millones de visitantes que recibe cada año saben dónde ir, no creo que la duda de dónde ir a Barcelona tenga difícil solución. Solo vayan, y verán que ya llegaron, porque todo merece la pena visitarse. Es una ciudad que invita al turismo, al negocio, a la cultura, a visitarla solo, en grupo, en familia. Para todos tiene encanto y ofertas como para hacer que la visita sea la primera de muchas.
Y en lo que respecta a alojamientos, Barcelona tiene oferta para todos los gustos y bolsillos, y en todas las zonas. Quizás en esta visita de conocer y pasear la opción que deberían probar sea uno de los muchos albergues que tiene la ciudad. Entren en Expedia.es y elijan el que más acorde a su viaje. Será un descubrimiento más.