Hoy en día esto es posible, ya que las personas pueden contar con un entrenador personal en Barcelona que les ayude no sólo a ponerse en forma, sino a establecer hábitos alimenticios saludables por medio de una nutrición deportiva; o a realizar preparaciones físicas para un deporte especifico, como los deportes de contacto, o simplemente a ganar músculo o perder de peso.

En este sentido, cada entrenador personal debe para ayudar a incrementar y mejorar la calidad de vida de la persona que lo contrata, evaluar el estado físico inicial de la persona para desarrollar planes de entrenamiento físico, de acuerdo a las necesidades y objetivos particulares de cada cliente. Esto implica que, en el primer momento, se debe realizar un plan de trabajo con sesiones acordadas por el cliente, de acuerdo a su disponibilidad de tiempo.

Trabajar con un entrenador personal supone ciertas ventajas que normalmente en un gimnasio no se ofrecen como, por ejemplo, se optimiza el tiempo y el esfuerzo necesario para conseguir los objetivos planteados en el plan de trabajo inicial. Como el entrenador personal se desplaza a donde el cliente le indique, las sesiones se pueden trabajar donde el cliente lo considere más cómodo, es decir, en el piso del cliente, en un parque o en otros espacios donde puedan realizarse los ejercicios.

En cada una de las sesiones, el entrenador personal realiza la rutina acordada en el inicio y motiva a las personas a la continuación del plan y el seguimiento de una nutrición adecuada al igual que el acompañamiento en cada uno de los ejercicios de la rutina para evitar cualquier tipo de lesión.

De esta forma, los entrenadores valoran cada una de las aptitudes físicas de la persona y realizan una supervisión de la intensidad, el volumen o los descansos que debe realizar la persona en cada una de las sesiones, con el fin no sólo de lograr los objetivos planteados en el programa diseñado, sino también de evitar el estancamiento físico.