El ser humano es codicioso, cuanto más tiene, más quiere, no existen los límites y las inversiones se convierten en las grandes aliadas de las personas de a pie que tienen unos ahorrillos, pero también de las más grandes fortunas. Por supuesto, “las inversiones suelen ser de distinta índole en unos y otros casos, pero existen sectores como el inmobiliario capaz de adaptarse a todos ellos, quizás por ese motivo, vive, a día de hoy, uno de sus mejores momentos, convirtiéndose en la estrategia de inversión de muchos españoles” comentan desde Vicus Inversiones.

Lo cierto es que la vivienda ha estado desde siempre en el punto de mira de los inversores más conservadores, algo que en la actualidad no ha cambiado.

Sin embargo, y tal y como indican desde Vicus Inversiones, “comprar una vivienda no es la única forma de obtener rendimiento con una inversión inmobiliaria, sino que existen otros métodos de inversión igualmente rentables, entre ellos se encuentran, por ejemplo, los fondos de inversión inmobiliarios directos e indirectos, las sociedades de inversión inmobiliaria o el crowdfunding inmobiliario”.

No obstante, aquellos que han conseguido lo que desean invertir con gran esfuerzo se muestran más reticentes a la hora de invertir, y suelen optar por invertir en aquello que a lo largo de los años ha sido rentable.

Pero, ¿realmente sigue siendo rentable invertir en vivienda?

Los datos lo dejan claro, la vivienda vuelve a ser un activo rentable, de hecho, ha sido de los pocos activos que obtuvieron rentabilidad durante el año pasado, encadenando tres años de subidas con cifras que no se veían desde 2007.

Y es que, los últimos datos conocidos en relación con el precio de la vivienda en alquiler muestran que son varias las ciudades en las que se han alcanzado máximos históricos, haciendo que los propietarios se enriquezcan a medida que los inquilinos ven como se vacían sus bolsillos.

“En lo que llevamos de 2019 la rentabilidad total de la vivienda es del 10,7%, un dato ligeramente inferior al que se obtuvo en 2018, en donde se superó el 11%, una cifra que no se alcanzaba desde antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, allá por el 2007. Se ha registrado por lo tanto un pequeño descenso que de momento no sabemos a dónde nos conducirá. En cualquier caso, y ante la duda, lo mejor es contar con el asesoramiento que nos puedan brindar los especialistas en inversiones inmobiliarias”.

En cualquier caso, a día de hoy, sigue siendo una inversión rentable.