El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont sigue sumando actos más que reprochables a su historial. Durante el auge del ‘procés’ se saltó la ley y luego huyó de la justicia española. Y cuando parecía que sería imposible superarse, Puigdemont ha creado vínculos con una terrorista, también huida de la justicia.

El pasado 9 de julio Puigdemont asistió a una cena en casa de Natividad Jauregi, una etarra acusada por la Audiencia Nacional de haber asesinado con un tiro en la nuca al teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche, y de estar relacionada con otros cinco asesinatos. El caso es que la presencia del expresident en Gante no fue casual, ya que ese mismo día el Tribunal de Estrasburgo condenó a Bélgica por haber negado la entrega de Natividad Jauregi a España.

La cena celebrada en casa de la terrorista también contó con la presencia de Paul Bekaert, el abogado que consiguió que los tribunales belgas negasen en su día la entrega de Natividad Jauregi a los tribunales españoles. De hecho, Bekaert lleva más de 30 años defendiendo a etarras y actualmente ha asumido parte de la defensa de Carles Puigdemont.

No es el primer contacto

Según el diario ‘El Mundo’, Carles Puigdemont y Natividad Jauregi ya habían compartido mesa en mayo de 2018. El encuentro contó con la presencia del mismo Bekaert y de Valtònyc, el rapero condenado a tres años de prisión por enaltecimiento del terrorismo, humillación a las víctimas y amenazas. Y es que hay recordar que Valtònyc publicó un video en el que animaba a “matar a un guardia civil” y a “ponerle una bomba al fiscal”. Casualmente -por diferentes motivos- los tres viven en Bélgica huidos de la justicia española.

Historial sanguinario de Jauregi

Conocida en ETA como Pepona, Natividad Jauregi entró a la banda terrorista en 1978 con solo 20 años. Al poco tiempo de ser integrante de ETA, Jauregi pasó a formar parte del comando Vizcaya, un grupo al que se le atribuyen al menos seis asesinatos en menos de un semestre.

Natividad Jauregi participó en los asesinatos de José Luis Raimundo Moya, Francisco Francés Garzón, José Olaya de la Flor, Manuel Sánchez Borrallo, Magín Fernández Ferrero y Ramón Romeo Rotaeche. En este último, la implicación de Jauregi fue directa, ya que efectuó el único disparo -en la nuca- que causó la muerte de Ramón Romeo.