p> 130 años navegando las aguas del Puerto de Barcelona y ofreciendo, antes a los barceloneses y hoy a los turistas, una forma distinta de conocer y disfrutar de las aguas de Barcelona. Ese es el aniversario que celebra este año un emblema de la ciudad, Las Golondrinas, una empresa familiar que lleva cuatro generaciones llevando pasajeros a bordo de su flota.

Allá por la Exposición Universal de 1888 no solo las Ramblas se vistieron de largo para mostrar el potencial de la Ciudad Condal al mundo, sino que el inaugurado Monumento a Colón en el Moll de Drassaness sirvió para abrir la puerta a ser uno de los principales hubs del Sur de Europa hoy en día, pasados siglo y medio.

Este hito monumental, que corona la ciudad y que es uno de los estandartes de esta zona barcelonesa, fue entonces testigo del primer paseo del barco de madera de dos pisos impulsado a vapor de La Golondrina, que sirvió después para protagonizar imágenes inolvidables para llegar a ver el mar desde el rompeolas.

Esta empresa centenaria es parte ya del propio puerto que, este año, también cumple 150 años y para el que se ha programado un concierto popular en el Port Vell, una exposición y un libro conmemorativos y visitas guiadas gratuitas en golondrinas.

Desde el Monumento a Colón hasta la Barceloneta como su ruta primigenia, son muchos los trayectos ya implantados por todo el Puerto de Barcelona y que son reclamo turístico de un puerto que no deja de crecer en ofertas de ocio, pero también en prestaciones.

Y es desde este lugar desde el que el pasado año la compañía ha operado más de 2500 tours para visitantes y para vecinos, batiendo nuevamente récords en sus propios registros.

Hasta más de 60 nacionalidades embarcaron durante 2018 en alguno de los barcos de su flota. Sus ya tradicionales barcos de madera de dos pisos descubiertos, pensados para navegar por las aguas tranquilas del litoral del puerto, han acogido algunos ciclos de verano como el Music al mar.

Rock, flamenco, rumba o música soul son solo algunas de las opciones que ofrecieron a sus pasajeros en los más de 20 conciertos a bordo que organizaron el pasado verano.

Manel Roca, Gerente y propietario de Las Golondrinas, echa un vistazo al pasado y presente de la compañía para encarar el futuro con optimismo por una oferta más que accesible a todo tipo de pasajeros, nacionalidades y gustos gracias a sus barcos, pero también a sus catamaranes y a su monocasco.

Las golondrinas, que van y vuelven siempre a puerto, son uno de los mejores ejemplos de cómo el pasado sigue siendo presente en una de las puertas más importantes de Europa en nuestro país.