Hace pocas horas, con la celebración del Fin de Año, se confirmó lo que ya hace tiempo que se está cocinando: el auge de las discotecas ha vuelto para quedarse. Y es que después de los locos años ochenta y noventa, los locales de esa índole perdieron un poco su protagonismo casi omnipresente a raíz del surgimiento de otros métodos de ocio alternativos y, sobretodo, a causa de la crisis. Con el tiempo, no obstante, se ha vuelto al origen, y con más abanico de opciones y más afluencia de asistentes que nunca.
Dicha consolidación del sector se hace palpable, principalmente, en las discotecas de Barcelona y Madrid, los principales centros urbanos del país. Y es que “salir de marcha” en dichas ciudades es muy fácil, dado que los locales, en su gran mayoría, se han sabido adaptar a las nuevas y cambiantes necesidades de los usuarios.
En este caso, y a pesar que los bares de copas, pubs y discos son lugares con una larga tradición, es en los últimos años que han conseguido una expansión muy notoria, una progresión que incluso ha ofrecido versiones ‘light’ adaptadas al público menor de edad o un sinfín de propuestas para todo tipo de público: desde los amantes de los bailes como la salsa hasta los que desean relajarse con la música chill-out.
Distintas zonas de marcha
Este gran abanico de opciones existe de forma acentuada en Barcelona, donde actualmente el ocio se divide claramente en tres franjas distintas. Así pues, las discotecas en la calle Tuset representan, por decirlo a grandes rasgos, la opción más exclusiva de la ciudad condal. Allí, se concentran los locales más ‘cool’ de la ciudad, espacios de moda donde comparten protagonismo los invitados VIP, las reservas de mesa y los que anhelan una noche pija y llena de glamur. Bling, Sutton o Smalls son algunos de los ejemplos más significativos.
Otra zona con una oferta discotequera muy marcada es el Eixample, donde predomina un ocio más convencional representado por locales como Hyde o OAK. En la Villa Olímpica, por otro lado, se congrega el público más internacional, dado que en esta parte de la ciudad se ubican las discotecas más internacionales: desde Opium hasta Pacha o Shoko.