El sector de la rehabilitación de pisos y edificios ha recibido un nuevo impulso. El Plan Estatal de la Vivienda 2018-2021 prevé una aportación económica de 4,25 millones de euros para subvencionar mejoras en la eficiencia energética de las viviendas. Eso se traducirá en un aumento de la actividad de los cristaleros, que se ocupan de la fabricacion e intalación de vidrios y cerramientos aislantes.
Desde que se empezó a reactivar la economía y se pusieron en marcha las subvenciones en rehabilitación, la demanda de cristalería en ciudades como Barcelona ha ido en aumento. Uno de los elementos que suele incluirse en las reforma es la substitución de ventanas y balconadas antiguas por estructuras más eficientes desde el punto de vista energético. Pero hay otras obras de cristalería que también requieren la intervención de estos profesionales.
Mejoras en aislamientos
La comunidad Europea obliga a aplicar medidas correctoras en las construcciones para optimizar los recursos energéticos. Para el año 2020, todos los edificios deberían estar adaptados a las exigencias de sostenibilidad y una de las claves está en los aislamientos. En este terreno, la labor de los cristaleros es fundamental.
Los vidrios sencillos no aíslan del frío ni del ruido y provocan una pérdida de calor. Por eso se están substituyendo por materiales más completos que, además aislar, resisten en mayor medida los posibles impactos. En la actualidad, uno de los modelos que más se coloca, principalmente en las ventanas de aluminio, es el de doble acristalamiento con cámara de aire. Son estructuras con doble cristal muy sólidas y seguras, que garantizan una buena estanqueidad contra la entrada de aire y frío. Además, evitan que el calor se pierda.
Más escaparates
Otro factor que ha incrementado la actividad de los cristaleros en Barcelona es el crecimiento de los comercios y negocios con actividad de cara al público. Según el Censo de Establecimientos Comerciales, Cataluña aumentó su espacio comercial el pasado año en un 1,87% y la mayor parte de la oferta se centró en Barcelona ciudad y alrededores.
Aunque a priori no parezca una subida espectacular, es un dato que confirma la lenta recuperación del sector del comercio, después de varios años de crisis. El crecimiento de nuevas actividades lleva asociado un aumento de las obras de adecuación de locales y de la instalación de escaparates. Los materiales que más se emplean para la construción de estas estructuras son el vidrio de seguridad y los cristales blindados, que garantizan un protección extra frente a posibles roturas accidentales o provocadas.
Cerramientos acristalados
La reactivación de la economía española con el consiguiente aumento de las cifras de empleo se han trasladado al sector inmobiliario, donde se aprecia un incremento en la compra-venta de viviendas. Estas operaciones inmobiliarias están generando nuevas oportunidades de negocio para los cristaleros y las empresas de reformas. En numerosas ocasiones, los propietarios realizan obras en sus nuevas casas para adaptarlas a sus necesidades. Dentro de ese abanico de reformas, es muy habitual la construcción de cerramientos acristalados y la colocación de nuevas ventanas.