Y es que las ofertas hoy en día son tan abundantes y con frecuencia hasta increíbles, que haciendo cálculos les costará más quedarse en casa que salir fuera a pasar unos días; sobre todo si se les presenta alguna visita que no sabían donde quedarse.
Porque a todos el precio del alojamiento les habrá condicionado el viaje soñado en alguna ocasión y les habrá obligado a cambiar de destino. “En otra ocasión será”, es la frase con la que se suelen consolar en momentos de cierta desilusión ante el insalvable escollo de un presupuesto demasiado corto, o simplemente los precios desorbitados de los alojamientos. Estos suben de forma desorbitada en temporada alta, fiestas populares que atraen a muchísimos visitantes y hace que encontrar un sitio donde dormir sea una odisea y barato además, la definición de lo imposible.
Los más afortunados consiguen encontrar una habitación en casa de alguna vecina que las alquila en momentos puntuales, a precios altos, sin factura ni garantía y sin ningún servicio o comodidad hotelera. Pero no solo lo agradecen, sino que se consideran afortunados.
Aún está en la memoria de todos, aquellos viajes de juventud con la pandilla de amigos y la mochila a la espalda, la tienda de campaña y la manta enrollada con más o menos estilo. Estaba muy bien porque era un momento de libertad e independencia que no solían tener en su vida cotidiana, pero la mayoría de las veces era porque el presupuesto del viaje les daba para elegir entre el viaje en sí o simplemente el hotel.
Pasar unos días de acampada en plena naturaleza o en uno de los campings que existen en la actualidad dotados de todas las comodidades en sus instalaciones nos da una sensación de integración en la naturaleza que difícilmente encontraremos en otro tipo de alojamiento.
Viajar con una auto caravana, solo o en compañía de otros amantes de este tipo de vehículos es una experiencia realmente digna de vivirse. Nos permite desplazarnos y acceder a paisajes y lugares donde hacer noche, siempre que esté permitida la acampada y la caravana, claro, y donde posiblemente no haya establecimientos donde poder pernoctar. Ante tantas posibilidades el alojamiento requiere una preparación y anticipación especial antes de iniciar cualquier viaje. Unos de los más socorridos recursos de todo viajero y de los que más páginas y blog proliferan en las redes son los de sugerencias para encontrar hoteles baratos. Es cierto que el alojamiento no suele ser el motivo del viaje sino un lugar para descansar y asearse, e incluso una especie de base de operaciones; ahorrar en él les permitirá disponer de mayor presupuesto para los motivos que realmente les han llevado hasta allí. Otros viajeros ya veteranos se limitan a dar consejos sobre cómo encontrar hotel, indiferentemente del precio del mismo. Habrá a quién le ayude, pero a otros no hará más que aumentar sus dudas y complicarles la búsqueda. Lo mejor, sin lugar a dudas, es recurrir a los profesionales de los viajes. Entren en Expedia.es y descubrirán por qué cada vez son más los viajeros que acuden al especialista en alojamientos y ofertas de todo tipo. Encontrarán hasta esas de última hora que siempre se les escapa. No lo duden, disfruten de su viaje con los mejores precios y presuman de ello.