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El euro dólar se sitúa ahora en torno a las 1,1 unidades, no muy lejos de la paridad y en sus niveles mínimos desde julio
Aunque las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la probable subida de tipos en el país norteamericano en diciembre, junto a las novedades que van llegando del Brexit, los problemas de Deutsche Bank y la temporada de resultados trimestrales que acaba de empezar son ya suficiente motivo para que la volatilidad se dispare en el Ibex 35, el petróleo ha decidido también hacer acto de presencia.
En una tendencia alcista que ha llevado al barril Brent desde los 33 a los 51 dólares actuales en lo que va de año, las últimas declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin en el sentido de que su país podría aceptar un recorte de la producción, ha llevado al crudo a máximos anuales.
No obstante, el crudo ha hecho una pausa tras la reunión del miércoles sin resultados concretos y unos datos de inventarios en Estados Unidos poco favorables. Además, el repunte del dólar ha reducido el atractivo del petróleo temporalmente, después de que las Actas de la última reunión de la Fed publicadas el miércoles con el Ibex 35 cerrado reafirmaran la previsión de subidas de tipos en diciembre.
El euro dólar se sitúa ahora en torno a las 1,1 unidades, no muy lejos de la paridad y en sus niveles mínimos desde julio.
El selectivo del mercado español se encuentra cerca de su zona de soporte en torno a los 8.566 puntos y un tanto lejos de su zona de resistencia de los 8.846 puntos. Y es que vivimos en un mar de incertidumbre con numerosas fuentes de volatilidad que van más allá de las elecciones en Estados Unidos o la subida de tipos en el país norteamericano.
Uno de los sectores más volátiles en el Ibex 35 es el financiero, a vueltas con las decisiones en política monetaria del Banco Central Europeo y de la multa que pueden imponerle a Deutsche Bank en Estados Unidos por sus malas prácticas con las hipotecas basura. Como confirmaba la plataforma de trading iFOREX, esto ha movido al IBEX 35 en varias ocasiones, según soplasen los vientos a favor o en contra de la entidad financiera germana.
Además, los intereses directos de algunas entidades españolas en el mercado británico, donde no pasa un día sin declaraciones que consoliden un divorcio traumático entre el Reino Unido y la Unión Europea, también se ven afectados y se traducen en volatilidad.
Pero es que hay mucha más incertidumbre rodeando al Ibex 35. En el frente político, continua la falta de gobierno, mientras que Austria confirma el aplazamiento sine die de las elecciones presidenciales anuladas en julio e Italia votará en diciembre la reforma de su Constitución.
Y en el frente empresarial, además, ha comenzado ya la temporada de resultados correspondientes al tercer trimestre, que suele arrancar la estadounidense Alcoa y que en España se concentrarán en los primeros días de noviembre, según anuncian las empresas en sus páginas web.
Uno de los instrumentos financieros más atractivos a la hora de cubrirse ante la volatilidad del Ibex 35 son los CFDs o contratos por diferencia, un producto derivado de gran flexibilidad, especialmente diseñado para proteger las carteras ante los vaivenes del mercado, bien a través de los valores, los índices, las divisas o las materias primas.