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•BARCELONA | 2018-05-22

¿Dentista de barrio o clínica dental franquiciada?

El hecho de que el dueño de la empresa sea odontólogo quiere decir que la misma está dirigida por una persona que ha estudiado dicha carrera por vocación




Una clínica dental franquiciada es un modelo de negocio a través del cual una marca abre diferentes sucursales, que no siempre pertenecen al dueño principal de la misma, sino que normalmente son propiedad de otras personas que utilizan el nombre de la marca y que por ello abonan cierta cantidad del dinero al propietario de ésta. Con este modelo, todas las clínicas franquicia deben seguir las normas y obligaciones del dueño, así como adquirir el equipamiento y la imagen que éste requiera. Habitualmente, el objetivo de un negocio de este tipo es la facturación, es decir, obtener beneficios económicos. 

Por otro lado se encuentran los dentistas de barrio, es decir, una clínica convencional única, sin diferentes sucursales. La principal diferencia entre estas clínicas tradicionales y las franquicias es que las últimas no suelen pertenecer a odontólogos, sino que éstos son solo empleados contratados para trabajar en las mismas. Por tanto, las denominadas clínicas de barrio, cuyos propietarios sí son dentistas, ofrecen un tratamiento más personalizado y cercano a sus clientes, convirtiéndose en los profesionales de confianza de los que normalmente se busca disponer en caso de urgencia. Un ejemplo de este tipo es la clínica dental Marin García de Barcelona, un centro que cuenta con más de 11 años de experiencia en el sector de la odontología. Esta clínica dental en Barcelona está dotada de aparatos con la última tecnología, que aportan calidad, precisión y éxito a todos los tratamientos y trabajos que realizan, garantizando así la satisfacción del cliente.

El hecho de que el dueño de la empresa sea odontólogo quiere decir que la misma está dirigida por una persona que ha estudiado dicha carrera por vocación y que ha arriesgado abriendo un negocio con una motivación clara: entregarse a los demás y ganarse su sueldo haciendo aquello que le gusta. Todo esto significa que el historial y los tratamientos de todos los pacientes estarán cuidadosamente seguidos por la misma persona y no transferidos de una a otra como suele pasar en las franquicias. 

Además, el hecho de elegir una clínica dental de barrio en lugar de optar por una franquiciada nos aporta seguridad y confianza, puesto que los odontólogos pueden demostrar su experiencia en el sector tan solo con el historial de la misma clínica. Sin embargo, las franquicias suelen contratar a personal sin tanta cuaificación tan solo para poder darles un sueldo más bajo.

Cabe destacar y recordar algún ejemplo de clínicas franquicia que estafaron a sus clientes dejándoles incluso con los tratamientos a la mitad. Este es el caso de Funnydent, cuyas sucursales cerraron repentinamente el pasado mes de enero del año 2016 sin previo aviso. Después de lo sucedido, la compañía tuvo que lidiar con varias denuncias que se interpusieron contra la misma buscando la verdad y la justicia. En dicha ocasión, los empleados también se convirtieron en afectados, asegurando que no tenían conocimiento de la situación y que llevaban varios meses sin cobrar su sueldo. Una de las clientas de la misma comentó que los tratamientos de dicha clínica “eran demasiado baratos en comparación con otros centros y daban mucha facilidad de pago". Definitivamente, lo que puede llamar la atención a primera vista se convierte en algo malo a la larga.




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https://www.barcelonanoticies.com/noticia/171964-denti-tadebarriooclinicadentalfranquiciada-1.htm